Nuestros niños perdidos en abortos espontaneos no eran parásitos.
[This article is a Spanish translation of “Our miscarried children weren’t parasites” courtesy of volunteer Pablo Mestrovic. If you’re interested in volunteering to translate our content, please contact us.]
Esta publicación fue escrita originalmente por Monica Snyder.
(La transcripción debajo del video.)
Transcripción:
Cuando las personas que estan a favor del aborto legal conceptualiza al embrión como un parásito, y patologiza el embarazo como el fracaso de nuestro cuerpo sacarse de encima a un parásito, hay otro elemento de ese discurso que quiero tocar. Y que es cómo esta tipo de conceptualización afecta a las personas que han experimentado la pérdida de un embarazo.
Yo he perdido dos embarazos. Me afligí por ellos profundamente. Aún estoy afligida por ellos y cuando eso pasó, me uní a grupos de apoyo para personas que perdieron embarazos y hablé con un montón de gente que conozco que perdió sus hijos en abortos espontaneos.
Y rápidamente quedó claro que uno de los temas de fondo de la pérdida del embarazo aparte de la pena es sentirse estúpida. Hay un montón de gente allá afuera que no entiende su pena y piensa que debe ser dramática o fuera de lugar porque tienen el corazón tan roto por la pérdida de sus hijos embrionarios de corta edad, y la sociedad nos dice que es solamente un cúmulo de células insignificante.
Pero la narrativa del parásito es aún peor, porque en lugar de ser ese amorfo cúmulo de células al que no hay ninguna razón particular para sentirse ligado ¿el embrión es en realidad nuestro enemigo? ¿Así que si perdemos un embarazo nuestros cuerpos estan haciendo su trabajo muy bien? Difícilmente puedo subrayar lo suficiente cuan ignorante y destructiva es esa narrativa para la gente que está enfrentando la pérdida del embarazo o la infertilidad.
Otro tema realmente común para la gente que ha perdido un embarazo es sentir que es su culpa. Sentir que si se hubieran comportado un poco diferente, o incluso si hubieran sido mejores personas, en algunos casos, entonces podrían no haber perdido sus niños.
Esto es inexacto, por supuesto. Los profesionales de la medicina son rápidos para asegurar a los padres que no hay nada que podrían haber hecho diferente. Y la mayoría del tiempo no sabemos por qué ocurre la pérdida del embarazo, pero un montón de veces tiene que ver con asuntos genéticos sobre los cuales tú simplemente no tienes control. Incluso, para mucha gente, su pena está acompañada por sentimientos de estupidez y también sentimientos de culpa.
Ellos tienden también a sentirse increíblemente alienada y solitaria, aún cuando la pérdida del embarazo es muy común. Yo supe cuando hablé públicamente acerca de perder mis niños que la gente que había conocido por años privadamente me haría saber que habían pasado por lo mismo y nunca me lo dijeron. Y es exactamente lo que pasó.
Así que quizás ten en mente a todos esos padres afligidos cuando dices cosas como esta:
Traducción: “La internet nunca me ha dado dar vuelta los ojos como en los últimos días, el debate sobre el aborto es ridículo. Un embrión no es un bebé, es un cúmulo de células, un verdadero parásito. Es como decirle a las personas que no pueden deshacerse de sus gusanos porque es una cosa viviente”
O cuando tú estás describiendo a nuestros niños perdidos así:
(Transcripción)
“Parece que esta puede ser una ocasión para volver a decir esto.
Necesitamos cambiar el marco dentro del cual pensamos acerca del útero. El útero no es un órgano para la crianza; no tiene por qué serlo. Un feto es terroríficamente bueno obteniendo los recursos que necesita para desarrollarse; si las células de la placenta son implantadas en cualquier otro lado que no sea el útero (más frecuentemente el tubo de Falopio, pero también a veces la vejiga, el intestino, los músculos de la pelvis y el tejido conectivo, y el hígado), ellos van a destripar a través del cuerpo, masacrando todo a su paso en busca de arterias para saciar su hambre de nutrientes. Un feto puede vivir felizmente en cualquiera de esos lugares, digiriendo y pinchando tejidos, paralizando y engrosando las arterias, elevando la presión sanguínea para alimentarse más rápido (no es ninguna coincidencia que los genes implicados en el desarrollo embrionario están también implicados en cómo se expande el cáncer) pero será incapaz de ser expulsado.
Más que un nido blando y acogedor, un útero es una fortaleza diseñada para proteger a la persona gestante de las células que se están desarrollando dentro de el/ella. A causa de nuestros enormes y (metabólicamente hablando) caros cerebros, el desarrollo fetal humano requiere un acceso irrestricto al suministro de sangre de los padres, lo cual hace el embarazo (y para el caso, el aborto espontaneo) increíblemente peligrosos para el/la persona gestante. El utero ha evolucionado para restringir si las células placentarias pueden obtener ese acceso y cuando, y expulsar al feto antes de eso”
¿O cuando estas actuando como si las muertes de nuestros hijos significaran que somos victoriosos en la batalla?
(Transcripción)
“Guerra en el vientre
Una lucha biológica feroz entre la madre y el bebé desmiente cualquier idea sentimental que podemos tener acerca del embarazo”
Biológicamente hablando, los embriones no son parásitos, pero además de ser científicamente inexacta, la narrativa es muy dañina para un montón de gente que trata de procesar la pérdida de sus hijos. Hay algunos argumentos decentes en favor del aborto legal pero este no es uno de ellos.
Si quieres oír más sobre el analfabetismo científico, yo hice un video llamado ”No, los embriones no son parásitos” y puedes encontrarlo en nuestro canal de TikTok Tú puedes leer también acerca de algo de la investigación sobre como las personas procesan el aborto espontaneo en nuestro blog.
[Leer más – Our cultural gaslighting of women who miscarry before 20 weeks]
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