Lunares hidatiformes y embarazos molares
[This article is a Spanish translation of “Hydatidiform moles and molar pregnancies” by volunteer Axel Abbas. If you’re interested in volunteering to translate our content, please fill out our volunteer survey.]
[Este post contiene fotografías de bebés con graves anomalías genéticas].
Los provida suelen decir:
La vida comienza en la concepción (o fecundación).
En la fecundación hay una nueva entidad genéticamente distinta de la mujer.
Si dos humanos tienen relaciones sexuales, su descendencia será humana (y no un perro, una rana o cualquier otra especie).
A veces, los partidarios del aborto señalan los embarazos molares, o lunares hidatiformes (HM), para socavar las afirmaciones anteriores. Las MH son productos de las relaciones sexuales humanas. Son genéticamente distintos de la mujer. Sin embargo, en la medida en que somos conscientes de los embarazos molares, casi siempre los destruimos.
Esta situación demuestra lo desordenada que puede ser la biología. Pero no socava el hecho básico que los provida intentan establecer: el cigoto humano es la primera etapa de desarrollo de un organismo humano. Cada ser humano tiene su propio ciclo vital, y el cigoto es el comienzo de un ciclo vital humano. Las MH no cambian este hecho, y en este post explico por qué no.
Hay dos tipos de MHs: completas y parciales.
1. Moles hidatiformes completas (MHC)
Una MH existe cuando el espermatozoide fecunda un óvulo que no tenía ADN nuclear. Si bien es cierto que esta mola surge de la fecundación, no es cierto que la mola sea un organismo humano. La gran mayoría de los organismos humanos tienen dos conjuntos de ADN: un conjunto de 23 cromosomas del padre y otro de la madre. Un CHM sólo tiene el ADN del esperma. Este es un extracto de la obra Embriología humana de Larsen (Schoenwolf, Bleyl, Brauer y Francis-West, 5ª edición):
Del mismo modo, aquí está la definición de una mola hidatiforme de la 11ª edición de Developmental Biology (Gilbert & Barresi):
Una MCH no implica ningún crecimiento embrionario. Como explica Larsen, “el feto falta por completo”. Además, las CHM tienen una alta probabilidad de convertirse en cancerígenas. Podemos y debemos interrumpir estos embarazos: son muy peligrosos para la mujer y ni siquiera implican a otro ser humano. Esta situación no es éticamente complicada.
2. Mola hidatiforme parcial (MPH)
La mola hidatiforme parcial surge cuando dos espermatozoides fecundan un óvulo que sí tiene ADN nuclear. A diferencia de otros organismos humanos que generalmente tienen dos juegos de 23 cromosomas, estos organismos tienen tres juegos de 23 cromosomas. He aquí otro extracto de Larsen:
Normalmente tenemos dos copias de cada cromosoma. Las tres copias de un cromosoma se denominan trisomías. Por ejemplo, el síndrome de Down se llama trisomía 21 porque se produce cuando hay una tercera copia del cromosoma 21. Incluso un cromosoma de más suele ser fatal: los fetos con trisomías abortan con frecuencia. Incluso cuando sobreviven más allá del nacimiento, tienen importantes problemas de desarrollo.
Teniendo esto en cuenta, es realmente asombroso que los organismos humanos triploides (es decir, los humanos con no sólo un cromosoma extra, sino 23 cromosomas extra) lleguen a la infancia. Es muy raro, pero ha ocurrido. He aquí dos ejemplos, con fotografías de las publicaciones:
Bebé digínico triploide que sobrevive 46 días, Hasegawa et al, American Journal of Medical Genetics, diciembre de 1999
Supervivencia a largo plazo en un bebé prematuro triploide de 69,XXX. Takabachi et al, American Journal of Medical Genetics, junio de 2008
Estos organismos humanos tienen anomalías genéticas fatales, pero no por ello dejan de ser humanos.
En resumen, los lunares hidatiformes completos no son organismos humanos. Los lunares hidatiformes parciales son organismos humanos con graves anomalías genéticas. Y ninguno de los dos casos cambia el hecho de que un cigoto humano es la primera etapa de desarrollo de la vida de un organismo humano.
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